Caracol japonés de puerta trampa 101: cuidados, tamaño, cría y más

pez arco iris cola de tenedor
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El caracol japonés de trampilla es una especie de agua dulce a la que no se presta suficiente atención. No sólo son bonitos y requieren poco mantenimiento, sino que aportan una serie de beneficios a tu acuario.

Estos bichitos se alimentan de algas y materia orgánica para ayudar a mantener el acuario limpio. Sin duda notarás una diferencia en la calidad del agua con unos cuantos de estos caracoles (dependiendo del tamaño de tu acuario, por supuesto).

Como somos tan fans de esta especie, hemos querido elaborar una guía completa para su cuidado. Su lectura te proporcionará un montón de información útil sobre los beneficios que pueden aportar los caracoles japoneses de trampilla y sobre cómo mantenerlos sanos.

Resumen de la especie

Como probablemente habrás adivinado por su nombre, el caracol japonés de trampilla (Viviparus malleattus) se encuentra principalmente en Japón. Aunque es allí donde se encuentra la mayor concentración de esta especie, en realidad se encuentran en todo el mundo.

Normalmente puedes encontrar esta especie acurrucada en aguas turbias donde hay mucho fango. Estas zonas suelen estar llenas de vida vegetal que ayuda a facilitar la acumulación de materia orgánica para que se alimenten.

No sólo son carroñeros, sino algunos de los mejores comedores de algas que existen. Los caracoles japoneses de trampilla pasarán gran parte de su tiempo buscando algas para picar en la naturaleza y en tu acuario. Pero no comen plantas vivas.

Esta especie carece del sifón que encontrarás en otros caracoles de acuario populares. También pueden vivir a temperaturas extremadamente frías (en parte por eso se encuentran en tantas regiones distintas del mundo).

Nota del autor: es importante que consultes las leyes de tu estado para ver si permiten los caracoles japoneses de trampilla como animales de compañía. Hay ciertas zonas donde esta especie se considera invasora y, por tanto, no puede mantenerse en cautividad.

Vida útil

La vida media de los caracoles japoneses puede oscilar entre 5 y 10 años. Es un periodo de tiempo impresionante.

Si quieres asegurarte de que estas criaturas vivan el mayor tiempo posible, tendrás que proporcionarles los mejores cuidados posibles. En todos los casos en que estos caracoles han alcanzado los límites superiores de su vida útil, se han mantenido en un hábitat estelar.

Una gran calidad del agua y una buena alimentación son los dos factores más importantes.

Aspecto

El aspecto de los caracoles japoneses de trampilla puede variar bastante según el ejemplar. En el fondo, estos caracoles tienen un aspecto natural muy bello que gusta a muchos acuaristas.

El color de la concha es el área en la que notarás más variaciones. Verás verde, marrón, negro e incluso algo de crema. Los colores más comunes son el verde y el marrón (siendo el marrón el color dominante).

Suele haber un color base en el verticilo más grande y algunos anillos de colores diferentes y líneas texturadas que se extienden más arriba. No es raro que el color base de la concha sea cada vez más claro cuanto más arriba.

Al igual que otros caracoles, tienen un opérculo que les sirve de trampilla para protegerse cuando lo necesitan. Sólo tienen que meterse dentro y tirar de él sobre la abertura de su concha.

Es habitual que los caracoles japoneses de trampilla tengan tres verticilos, pero a veces verás un ejemplar con un número diferente (normalmente más). Su caparazón se estrecha y adelgaza considerablemente cuanto más se aleja del cuerpo.

Tamaño medio

El tamaño medio de los caracoles japoneses de trampilla es de unos 5 cm. Aunque hay casos en los que esta especie lo ha superado, es bastante raro.

Hay varios factores que influyen en el tamaño de esta especie. Los principales son la calidad del agua, la dieta y lo bien que se criaron o reprodujeron antes de que los adquirieras.

Cuidados del caracol atrapador japonés

Los cuidados del caracol japonés de puerta trampa son bastante sencillos. Como la mayoría de los caracoles, esta especie necesita muy poco mantenimiento y no requiere ninguna atención especial.

Son animales pequeños y resistentes, lo que los hace muy indulgentes con el tipo de condiciones del acuario. ¡Pasarás mucho más tiempo prestando atención a sus compañeros de acuario!

Dicho esto, no debes caer en la trampa de pensar que los caracoles japoneses de trampilla pueden sobrevivir sean cuales sean las condiciones en que se mantengan. Aunque son bastante resistentes, ¡hay parámetros claros que les convienen más!

En esta sección repasaremos los elementos básicos para preparar su acuario y su hábitat. Si sigues las siguientes recomendaciones, tus caracoles serán muy felices.

Tamaño del acuario

El tamaño ideal de un acuario para caracoles japoneses de trampilla es de un mínimo de 10 galones. Son criaturas pequeñas que no necesitan mucho espacio para desarrollarse.

Sin embargo, si puedes darles un acuario más grande, nunca está de más. Más espacio te permite crear un hábitat más variado o mantener más caracoles.

Evidentemente, si piensas criar al caracol de trampilla con peces de agua dulce, también deberás tener en cuenta el tamaño del acuario que necesitan. ¡Planifica en función de los animales más grandes!

Parámetros del agua

Tienes mucho margen de maniobra en lo que se refiere a los parámetros del agua. De hecho, es una de las partes más sencillas del cuidado del caracol japonés.

Su naturaleza resistente y su capacidad para vivir en distintos climas te permiten ser un poco flexible y planificar los parámetros del agua en función de sus compañeros de acuario. A continuación se indican los rangos de parámetros ideales que debes proporcionar.

  • Temperatura del agua: de 68°F a 85°F (lo ideal es una temperatura intermedia)
  • Niveles de pH: de 6,5 a 8
  • Dureza del agua: Suave - Media

Nota del autor: Es buena idea realizar análisis periódicos, sobre todo después de haberlos introducido en un acuario nuevo. Los cambios bruscos pueden causar estrés a estos caracoles y, potencialmente, complicaciones de salud. Una vez que estén estables, podrás realizar controles con menos frecuencia.

Cómo crear su hábitat

Crear un buen hábitat para estos caracoles es bastante sencillo. No sólo te resultará cómodo durante el proceso de instalación, sino que te permitirá mantenerlos con distintos compañeros de acuario.

Siempre nos gusta empezar por el sustrato.

A los caracoles japoneses de trampilla les va mejor un sustrato blando y arenoso. Esto se debe a que pasarán mucho tiempo moviéndose por el fondo del acuario, y un sustrato rugoso puede causar irritación (y posiblemente infección).

Lo siguiente son las plantas. Como a estos bichos les encanta alimentarse de materia orgánica vegetal y algas, es natural que se encuentren mejor en un acuario bien plantado.

Lo bueno es que estos caracoles no se comen las plantas vivas (a menos que estén muy hambrientos). Esperarán a que caigan trocitos antes de picotear. Esto te da mucha flexibilidad en cuanto al tipo de plantas con las que puedes tenerlos.

Otros elementos inteligentes para incluir en su acuario son las rocas y los trozos de madera. Son superficies ideales para que crezcan muchos tipos de algas, que esta especie agradecerá. Si los mantienes en un acuario pequeño, quizá no puedas permitirte el lujo de añadir estos elementos, ya que no querrás que el acuario quede demasiado estrecho.

Nota del autor: Es una buena idea cubrir la entrada del filtro y poner una tapa en la parte superior del acuario. Los caracoles japoneses de trampilla pueden ser fácilmente succionados o caerse si se alejan demasiado.

Aunque esto no ocurre a menudo, basta un momento de aventura para que tu caracol se meta en problemas.

Posibles enfermedades comunes

Lo bueno de esta especie es que es bastante resistente a las enfermedades. Dicho esto, hay algunas enfermedades a las que deberás prestar atención.

El edema es un fenómeno frecuente en los caracoles más viejos, que les hace acumular demasiado líquido en los tejidos. Esto provocará hinchazón y graves complicaciones de salud si progresa. Si esto le ocurre a tu caracol, no hay mucho que puedas hacer, aparte de esperar a ver si su estado mejora.

Hay otras enfermedades e infecciones menos comunes que también debes tener en cuenta. Vigila cualquier comportamiento extraño o signo visible de enfermedad.

Una de las cosas más importantes que hay que recordar al cuidar de los caracoles japoneses de trampilla es que el cobre es extremadamente tóxico para ellos. Incluso las trazas más pequeñas de cobre en su agua pueden ser mortales.

La razón por la que es importante saberlo es que muchos medicamentos que incluirías en su agua contienen cobre. Eso significa que si tienes que tratar a otro pez de tu acuario, podrías estar envenenando accidentalmente a tus caracoles.

Alimentación y dieta

Una de las cosas convenientes de esta especie es que su dieta es muy sencilla. Estos caracoles son omnívoros y carroñeros que se alimentan de casi cualquier materia orgánica que encuentren.

Lo ideal es facilitar el crecimiento de algas en tu acuario. Estos animales buscan constantemente biopelículas y algas para picar. Si sigues nuestras recomendaciones sobre la configuración del acuario, esto no debería ser un problema.

También deberás darles algunos gránulos de origen vegetal o tabletas de alimentación de fondo. No debes confiar en el crecimiento natural de las algas como única fuente de alimento.

A la mayoría de los acuaristas les gusta mezclar un poco su dieta dándoles también verduras escaldadas. El calabacín, la lechuga, el pepino y la col rizada son buenas opciones.

Nota del autor: No cometas el error común de pensar que puedes ponerles un montón de comida y seguir confiando en estos caracoles para mantener limpio el acuario. Si los alimentas en exceso, la comida no ingerida afectará negativamente a la calidad del agua.

Comportamiento y temperamento

Los caracoles japoneses de trampilla son una especie pacífica y divertida de observar. Se pasarán el tiempo explorando el acuario en busca de algo que picar y no causarán problemas.

Si los tienes en un acuario comunitario, se ocuparán de sus propios asuntos y dejarán tranquilas a las demás criaturas. Su comportamiento cuando están solas y cuando están con otras es bastante similar.

Contrariamente a la creencia popular, estos caracoles son bastante activos (lo que es más evidente por la noche). Mucha gente cree que se pasan el día sentados, pero no es así. Te sorprenderá la cantidad de terreno que cubren a diario.

De vez en cuando las verás acampar en su caparazón y no moverse durante un tiempo. La mayoría de las veces no es un signo de enfermedad, sino algo que hacen.

A veces verás a estos caracoles correr hacia la parte superior del acuario. Aunque no es frecuente, ocurre lo suficiente como para que siempre tapes el acuario.

Compañeros de acuario

Debido a su naturaleza pacífica y resistente, puedes elegir varios compañeros de acuario para los caracoles japoneses de trampilla. Sinceramente, lo único de lo que debes preocuparte es de mantenerlos con una criatura que quiera comérselos.

Puedes mantenerlos con la mayoría de las especies de caracoles de acuario de agua dulce (excepto el caracol asesino) si quieres algo de variedad. Las gambas también son una gran elección. Las gambas cereza, las gambas fantasma, las gambas Amano y las gambas bambú son nuestras favoritas.

En cuanto a los peces, deberás tener un poco más de cuidado. Hay muchas especies de agua dulce que consideran los caracoles como alimento, lo que obviamente debes evitar.

Aquí tienes algunas buenas opciones a tener en cuenta:

  • Siluro Cory
  • Otocinclus
  • Danio Perla Celeste
  • Locha Kuhli
  • Pleco Bristlenose
  • Barbo Cereza
  • Killifish
  • Especies de tetra (nuestros favoritos son el Ember, el Congo y el Rummy Nose)
  • Gourami (prueba el Miel o el Perla)
  • Rasbora arlequín

Ésta es sólo una lista rápida para empezar. Hay muchos otros compañeros de acuario viables que puedes probar.

Nota del autor: Sabemos que algunos propietarios han tenido éxito manteniendo sus caracoles japoneses de trampilla con pequeños cíclidos como el Carnero boliviano o el Apistogramma. No dudes en intentarlo, pero ten en cuenta que corren un poco más de riesgo.

Cría del caracol japonés de trampilla

Criar caracoles japoneses de trampilla es un proceso muy sencillo. De hecho, ¡no hay mucho que tengas que hacer! Siempre que tengas machos y hembras en un acuario bien mantenido y con unos parámetros del agua óptimos, ellos harán el resto.

Lo bueno de esta especie es que no se apoderará de tu acuario. Algunos caracoles de agua dulce pueden reproducirse con bastante rapidez y provocar una superpoblación, ¡pero no es el caso del Trapdoor!

Esto te permite criar fácilmente o limitar el número de caracoles que quieras en función de tus preferencias. No hay nada más fácil.

Ten en cuenta que el proceso de reproducción del caracol japonés Trapdoor no puede tener lugar hasta que los caracoles tengan al menos un año de edad. Saber esto te ayudará a planificar tu estrategia general de cría.

Para terminar

Como probablemente ya sabrás, el cuidado del caracol japonés es algo que cualquiera puede hacer. No importa si eres un acuarista novato que quiere algo fácil o un veterano experimentado que no quiere complicaciones, este caracol es una gran elección.

Lo bueno de esta especie es lo poco arriesgado que resulta probarla. No necesitan un acuario grande, se pueden mantener con un montón de otras criaturas y no te quitarán mucho tiempo.

¡No hay razón para no darles una oportunidad!

Matilde Quintana

Matilde lleva más de cinco años interesándose por los peces y los acuarios. Cuando no está escribiendo sobre peces, puedes encontrarla haciendo senderismo, nadando y practicando yoga.

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