Cuidados del gobio mandarín: Tamaño del acuario, pareja, alimentación y esperanza de vida

Gobio mandarín
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El gobio mandarín es un pez muy popular y pacífico en el mundo de agua salada por sus colores muy visuales y frescos.

A pesar de su popularidad, existe cierta confusión y desinformación sobre cómo cuidarlos.  ¡Lee esta guía y aprende más sobre esta especie!

Resumen de la especie

El pez Gobio mandarín, conocido científicamente como Synchiropus splendidus, es originario de las aguas cálidas del Pacífico, entre Japón y Australia. A veces llamado pez mandarín o dragoncillo, pertenece a la familia Callionymidae. Estos peces pueblan lagunas arenosas y arrecifes de coral, disfrutando de aguas cálidas y poco profundas y de abundantes alimentos.

A pesar de su viva coloración, este pez es difícil de ver en estado salvaje porque es un pequeño habitante del fondo, adaptado a esconderse entre las rocas y el coral. Muchos acuaristas de agua salada adoran al gobio mandarín por su coloración y longevidad.

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Los gobios son especies activas pero de movimientos lentos, que dedican su tiempo a rastrear su hábitat en busca de alimento. Tienen dos grandes aletas pélvicas que utilizan para "arrastrarse" por el fondo marino mientras buscan comida. Curiosamente, los gobios son una de las dos únicas especies de vertebrados con coloración azul. Son más adecuados para acuaristas experimentados con acuarios bien establecidos, debido a sus necesidades alimentarias y de espacio.

Cuando elijas tu gobio mandarín, pregunta al vendedor si el pez ha sido capturado en libertad o criado en un acuario. Alimentar a los gobios salvajes es un reto incluso para los propietarios más expertos, porque a veces rechazan la comida congelada o embotellada. Los peces criados en tanque se adaptarán mejor a tu acuario doméstico porque ya están acostumbrados a la dieta simulada que les darás.

Aspecto

La popularidad del gobio mandarín se debe en gran parte a sus marcas y coloración distintivas. Este pez de agua salada presenta llamativos patrones de color y debe su nombre a su parecido con las deslumbrantes túnicas del mandarín imperial chino.

Estos peces no tienen escamas, lo que añade suavidad a su aspecto. El cuerpo de los gobios es azul debido a sus células cianóforas que reflejan la luz. Suelen tener un dibujo verde, rojo o psicodélico en las aletas dorsal y pectoral.

Los machos tienen una aleta dorsal más alta que las hembras, con un impresionante dibujo naranja y azul. Además, la aleta masculina tiene una larga espiga que se extiende hacia fuera. Los mandarines psicodélicos tienen una coloración verde grisácea pálida acentuada por manchas negras, rosas y azules.

Sus ojos están en constante movimiento y se parecen más a los de un anfibio que a los que se observan típicamente en los peces. Suelen ser rojos con pupilas negras.

Los gobios tienen múltiples protuberancias y púas que salen de sus mejillas. Sus verdaderas aletas pectorales son translúcidas y difíciles de distinguir. Debido a su pequeño tamaño y a lo delicado de su anatomía, nunca debes utilizar una red para capturarlos. Cuando traslades o pongas en cuarentena a tu gobio, sácalo con un recipiente estéril para minimizar el riesgo de dañar sus delicadas protuberancias.

Los cambios de aspecto son una forma excelente de detectar los primeros signos de enfermedad o malas condiciones del agua, pero ten cuidado. La coloración de los machos es más viva que la de las hembras. Además, los gobios escarban en la arena. El aspecto descolorido de tu pez puede deberse simplemente a que los residuos de arena oscurecen su magnífico aspecto.

Vida útil

La esperanza de vida de un gobio mandarín en cautividad puede ser de dos a cuatro años.  En la naturaleza puede llegar a los 15 años. El principal reto es asegurarse de que el pez coma una vez que lo introduzcas en tu acuario. El gobio mandarín es un comedor particular, ya que los gobios criados en tiendas sólo aceptan comida viva, embotellada o congelada y descongelada, mientras que el salvaje no acepta comida descongelada. 

En general, estos peces resistentes prosperarán durante años si superan las primeras semanas en tu acuario. Asegúrate de vigilar de cerca sus hábitos alimentarios.

Tamaño medio

El tamaño del Gobio mandarín puede alcanzar los 5 cm en la edad adulta. Son peces relativamente tímidos y de movimientos lentos a los que les encanta esconderse y patrullar las rocas de tu acuario, buscando comida y escondites. Los machos son notablemente más grandes que las hembras.

Cuidados del Gobio mandarín

El cuidado del Gobio mandarín requiere un nivel avanzado de atención, ya que se trata de peces tropicales de agua salada con una dieta reducida. Afortunadamente, los parámetros estándar de los arrecifes les permiten prosperar. Los expertos recomiendan introducir a los gobios sólo en acuarios bien establecidos con roca viva y arena. Estas condiciones simulan mejor el entorno natural y permiten que florezcan los microorganismos que ansía tu gobio.

Tamaño del acuario

Tu gobio mandarín necesita una pecera de 30 galones o más, para que tenga espacio suficiente para recorrer el suelo del acuario y para que se llene de comida. Los gobios no pueden funcionar en acuarios pequeños porque carecen de suficientes escondrijos. El nivel de estrés de los peces aumentará sin el espacio adecuado, lo que los hará vulnerables a las enfermedades.

Nota del autor: Aunque 30 galones es el mínimo, la mayoría de los acuaristas experimentados recomiendan 50 galones o más para unas condiciones ideales. Este volumen es esencial si piensas tener varias especies de peces. Una pareja de gobios requiere un tanque de 75 galones o más. El principal reto con un tanque más pequeño es mantener a tus peces tranquilos y bien alimentados.

Parámetros del agua

Establecer unas condiciones de arrecife de agua salada estándar mantendrá a tu gobio mandarín feliz y sano. Este pez de movimientos lentos se alimenta esencialmente pastando. El flujo de agua debe ser de lento a moderado, para que el pez pueda explorar la base del acuario y comer a sus anchas.

Realizar un cambio de agua del 10% cada dos semanas y un cambio de agua mensual del 25% favorecerá unas condiciones óptimas para tu gobio y evitará enfermedades debidas al compromiso del sistema inmunitario. Aumenta el volumen y la frecuencia de los cambios de agua en acuarios grandes o muy poblados.

  • Temperatura del agua: El acuario debe estar entre 74° y 80°F. Es esencial que la temperatura no fluctúe más de 2° F en 24 horas.
  • Niveles de pH del agua: El pH debe mantenerse entre 7,9 y 8,4. Comprueba los niveles semanalmente porque un pH fuera del rango aprobado compromete el sistema inmunitario de tu gobio.
  • Dureza del agua: Mantén la dureza de carbonatos del acuario entre 8 y 12 dKH. Estos niveles son necesarios para la supervivencia de tus peces y de los microorganismos que viven en la roca y la arena.
  • Peso específico: La salinidad es mejor entre 1,022 y 1,025 sg. El nivel no debe variar más de 0,001 sg en 24 horas.

Qué poner en su tanque

Lo mejor es poblar el acuario con material que simule las condiciones de los arrecifes, ya que ofrecen al Gobio mandarín opciones para esconderse. Imitar su hábitat natural minimizará el estrés de tus peces; de lo contrario, el estrés puede provocar enfermedades o la muerte.

Los gobios prosperan en acuarios llenos de roca viva y arena porque estas condiciones crean un hábitat privilegiado para su principal fuente de alimento. Los expertos aconsejan que sólo introduzcas gobios en un acuario maduro, idealmente uno que lleve funcionando más de ocho meses. Procura tener un mínimo de 15 kilos de roca viva, pero ten cuidado de no abarrotar el acuario. Aunque el gobio necesita espacio para esconderse, no conviene que las condiciones sean demasiado densas.

synchiropus splendidus

El gobio se entierra en la arena para dormir como parte de su impulso defensivo natural. El sustrato de arena viva debe tener al menos cinco centímetros de grosor y consistir en arena de grano de 1 a 2 mm.

Como habitantes del fondo bien adaptados, sus ojos funcionan bien con luz tenue. Las luces normales del acuario son aceptables. Evita las más brillantes, ya que podrían dañar a los peces e impedir su capacidad para buscar comida. Una iluminación de 9 a 14 horas al día favorecerá el crecimiento óptimo de las algas y establecerá un ciclo día-noche constante para tus peces.

Nota del autor: No dudes en añadir estructuras decorativas artificiales, como cuevas o plantas. Estos materiales aumentarán la diversidad visual del acuario y darán a tu Gobio mandarín más que explorar. Opta por objetos lisos o redondeados en lugar de otros con bordes afilados. Los movimientos de tu gobio alrededor de los bordes afilados podrían dañar sus delicadas púas y protuberancias.

Posibles enfermedades comunes

Como otras especies sin escamas, los gobios son relativamente resistentes y resisten muchas enfermedades. Segregan un moco amargo que disuade a los depredadores en estado salvaje. Los peces cautivos disfrutan de una capa añadida de protección inmunitaria gracias a este mecanismo de defensa natural.

Sin embargo, los gobios son vulnerables a las mismas enfermedades que afectan a otros peces de arrecife. En muchos casos, la mejora de la calidad del agua y el control del nivel de estrés del pez pueden resolver muchos problemas de salud.

La ictiosis marina, caracterizada por quistes en las branquias, las aletas o la piel, requiere una cuarentena inmediata para librar al pez de los parásitos. También tendrás que sustituir completamente el agua del acuario.

El enrojecimiento de la piel, los ojos turbios, las llagas abiertas y los crecimientos en las aletas y el cuerpo indican infecciones víricas y bacterianas. Consulta a un veterinario acuático antes de administrar medicamentos, porque muchas sustancias pueden alterar el pH y la dureza de tu acuario. Recuerda poner en cuarentena a tu nuevo gobio antes de introducirlo en tu acuario.

Alimentación y dieta

El gobio mandarín es un carnívoro quisquilloso, por lo que es esencial comprar un pez criado en cautividad en lugar de uno capturado en libertad, que a menudo se niega a comer la comida que le proporcionan en sus acuarios. Todos los gobios tienen un metabolismo elevado. Comen continuamente mientras exploran el acuario y las rocas.

Nota del autor: Tus peces comerán anfípodos, ostrácodos, gusanos poliquetos, artemiaceptos, protozoos, gasterópodos, gambas Mysis y otros microorganismos. Su alimento preferido son los copépodos, crustáceos diminutos.

Mantener nutrido a tu gobio requiere una colonia estable de copépodos, que es otra razón por la que necesitas un acuario de 30 galones o más. Los copépodos necesitan espacio suficiente para esconderse y reproducirse. De lo contrario, tu implacable gobio agotará toda la población.

Colocar una caja de cría de copépodos en tu acuario o cultivar copépodos en un acuario aparte puede ayudar a garantizar un suministro constante de alimento. Los copépodos también son sensibles a las fluctuaciones de temperatura, por lo que es aún más importante mantener una temperatura constante entre 74° y 80°F.

Si decides alimentar a tus peces en lugar de poblar el acuario con copépodos, dales pequeñas raciones dos o tres veces al día. Sólo suministra comida suficiente para que los peces tarden de uno a dos minutos en comerla.

Puedes comprar copépodos vivos por unos 25 $ el frasco. Según su tamaño, tu gobio consumirá aproximadamente una botella al mes. Las gambas congeladas u otros crustáceos también son opciones. Deben descongelarse antes de servirlos.

Si en tu acuario hay peces acompañantes, comprueba si sus dietas y la de tu gobio mandarín coinciden. Si varios peces comparten dieta, ajusta la población de copépodos en consecuencia o vigila de cerca su alimentación para asegurarte de que cada pez recibe la nutrición adecuada.

Comportamiento y temperamento

Tu Gobio mandarín parecerá una máquina de movimiento perpetuo. Buscará constantemente en el suelo de su acuario deliciosos microorganismos para mantenerse en marcha. Como peces adaptados a los arrecifes, los gobios explorarán todo lo que coloques en el acuario, escudriñando cada recoveco en busca de alimento y refugio. Afortunadamente, sus deslumbrantes patrones de color los hacen fáciles de ver en tu acuario.

A pesar de su aspecto llamativo, los gobios mandarín son tímidos y apacibles. No son agresivos con otros peces y están acostumbrados al ajetreo de un arrecife de coral. Los gobios tardan en adaptarse a los nuevos habitantes del acuario. Vigila de cerca las interacciones cuando introduzcas compañeros.

Compañeros de tanque

Tu gobio no debe compartir el acuario con peces mucho más grandes o agresivos, como ángeles, tiburones y lábridos. Los gobios son relativamente dóciles y no compiten por la comida. Los conflictos podrían provocar inanición, ya que tu pez pasa la mayor parte del tiempo escondido entre las rocas.

La capa de moco tóxico del gobio le protege del acoso de otros peces. Las únicas amenazas activas son las anémonas y los peces escorpión.

Los compañeros de tanque adecuados para el gobio mandarín son: 

  • Belleza coralina
  • Pez de fuego
  • Cardenal Pijama
  • Pez payaso
  • Cromis verde
  • Gramma Real
  • Caballito de mar
  • Gobio Vigilante
  • Pequeño pez damisela
  • Camarones marinos pequeños, caracoles y cangrejos

Nota del autor: Cuando elijas compañeros, recuerda que debes tener un acuario lo bastante grande y suficiente comida disponible para mantener la población. Introduce nuevos peces lentamente y vigila los cambios de comportamiento y de dieta de tu gobio.

Los gobios son muy territoriales con los miembros de su especie. Dos machos se pelearán, posiblemente hasta la muerte. Lo mejor es mantener un solo gobio o una pareja macho/hembra.

Reproducción

Las parejas de gobios mandarín pueden reproducirse una vez a la semana durante todo el año si las condiciones del acuario son adecuadas, pero las hembras son selectivas. El gobio macho hace un espectáculo de apareamiento y debe atraer al gobio hembra a un "baile" en el que cada pez libera su material reproductor.

El simple hecho de alojar juntas a una pareja no garantiza que vayan a reproducirse. Se venden parejas emparejadas, pero suelen ser caras y escasas.

El principal reto de la cría de gobios es aislar y proteger a las crías de otros peces. Una caja de cría o un acuario separado son ideales para aislar las larvas planctónicas y criar a los peces hasta la madurez.

Para terminar

Si antes te interesaba este pez, esperamos que esta guía te anime a darle una oportunidad. Por su color único y su comportamiento divertido, ¡hay mucho que te puede gustar de esta especie!

A pesar de su naturaleza de quisquillosos con la comida, no será difícil averiguar una buena rutina y dieta. Sólo hace falta un poco de trabajo. Esperamos que esta guía te haya resultado útil y te deseamos suerte en tu viaje.

Matilde Quintana

Matilde lleva más de cinco años interesándose por los peces y los acuarios. Cuando no está escribiendo sobre peces, puedes encontrarla haciendo senderismo, nadando y practicando yoga.

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